viernes, 12 de abril de 2019

JAMÁS HABRÁ OTRO DIRK NOWITZKI

Me llevó poco más de un día reponerme de la noticia del retiro de Dirk. Si bien se sabía que habría pocas chances de que disputara una temporada más, cuando uno admira a alguien siempre sueña con un milagro, con que sea eterno. Él en su interior lo tenía decidido hace rato, pero prefirió el perfil bajo al igual que el eterno Emanuel Ginóbili para que cada encuentro como visitante no fuera un desfile de despedida sino una cita común y corriente. Sin embargo, ese objetivo trazado por el alemán, se cumplió a medias. El 30 de enero todo el Madison Square Garden se puso de pie para ovacionarlo a lo grande. El 17 de febrero la NBA lo invitó junto a  Dwyane Wade al juego de estrellas que se disputó en Charlotte. Y el 26 del mismo mes, Doc Rivers tuvo un gesto difícil de olvidar. El entrenador de los Clippers arengó al público angelino para que le diera a Nowitzki una despedida acorde a su carrera. Una carrera que no fue sencilla, el nacido en Wuzburgo llegó al mejor básquetbol del mundo con la mochila de mejorar lo que habían hecho sus antecesores. Europa había aportado grandes jugadores, tales son los ejemplos de Toni Kukoc, Arvydas Sabonis, Detlef Scrempf y Vlade Divac, pero nadie estuvo ni cerca de lograr todo lo que la leyenda alemana construyó con el paso del tiempo.

Karl Malone fue muchas veces criticado por tener grandes estadísticas sin haber logrado un título de la NBA. Derek Fisher consiguió cinco anillos y se lo menosprecia por no registrar grandes números.
Dirk cumplió con creces en ambos rubros y es por eso que es tan grande entre los grandes. No muchos jugadores a lo largo de sus carreras pueden decir que vencieron a los San Antonio Spurs de Duncan, Parker y Ginóbili en playoffs (2 veces), tampoco que pudieron acabar con la hegemonía de los Lakers de Kobe Bryant barriendolos en una serie 4-0 y mucho menos mencionar la idea de derrotar en una final al mejor Miami Heat de su historia con Lebron James y Dwyane Wade como estandartes. A todas esas hazañas, hay que agregarle un anillo de campeón, un trofeo de MVP de temporada regular y otro de finales de NBA. Y como si fuera poco, se retiró del básquetbol profesional como el sexto máximo anotador de todos los tiempos, solo por detrás de Jabbar, Malone, Bryant, Jordan y James.

Estoy seguro que a los fans de los Mavericks los enorgullece que el alemán haya acumulado tantos galardones en su magnífica carrera, pero hay algo que seguramente es más importante para ellos. "The Blonde Bomber" ha sido fiel durante 21 años a la misma franquicia (récord histórico) superando los 20 años de "La Mamba Negra" en Los Ángeles y ha enaltecido a la ciudad de Dallas o ¿por qué no? a todo el estado de Texas. Si alguien tiene alguna duda de eso, solo tiene que ver el tremendo homenaje que San Antonio le dedicó a un Dirk que rompió en llanto para emocionarnos hasta lo más profundo de nuestros corazones.
Nadie podía haber definido con tanta exactitud la despedida del mejor jugador internacional de la historia como lo ha hecho Gregg Popovich. "No existe el siguiente Michael Jordan, no habrá otro Kobe Bryant, tampoco un siguiente Dirk Nowitzki" aseveró de forma acertada el mítico coach. Luka Doncic tiene todo para convertirse en la próxima estrella extranjera de la liga , Kristaps Porzingis posee el talento necesario para emerger como su sucesor, pero hay algo en lo que vamos a coincidir todos los amantes del baloncesto, "JAMÁS HABRÁ OTRO DIRK NOWITZKI"


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