Kevin Durant encestó un triple devastador restando 45,6" y los Warriors vencieron a los Cavaliers 118-113 para colocarse a solo un triunfo del título de la NBA.
Cleveland jugó el partido casi perfecto. Kyrie Irving (38 pts, 6 reb) penetró cuantas veces quiso y resultó imparable para la segunda mejor defensa de la liga. Lebron James (39 pts, 11 reb, 9 ast) se quedó al borde de otro triple doble y J.R. Smith (16 pts) apareció en escena por primera vez en sus 3 presentaciones.
Sin dudas, si el oponente hubiera sido otro, semejante actuación habría alcanzado para colocarse 1-2 y cambiar el ímpetu de la serie. Sin embargo, para mala suerte del conjunto de Ohio, James e Irving se esfumaron en los 3 minutos finales y enfrente, un equipo aplomado, con demasiadas variantes, lo aprovechó.
Golden State no fue el de otros encuentros, algunos de sus jugadores se cargaron de faltas temprano y eso complicó el planteo de Steve Kerr. Stephen Curry (26 pts , 13 reb , 6 ast) estuvo incomodo al comienzo y si no fuera por Klay Thompson (30 pts , 6-11 de 3 pts) las cosas hubieran empeorado. Pero este equipo con marca de 15-0 en postemporada (la mejor en la historia de la NBA) posee un plus y ese plus se llama Kevin Durant. El alero, que estaba disputando un partido discreto hasta el final del tercer cuarto, se encendió, encestó 14 puntos en el último parcial y 7 puntos consecutivos cuando restaba 1:45 para finalizar el juego. El triple a la carrera en la cara de Lebron James, enmarcó un triunfo grande, muy grande, quizás el más importante de su carrera profesional.
La serie puede acabar el viernes, los Warriors tienen la chance de barrer la serie en cancha ajena, pero más importante aún, podrían convertirse en el único equipo en la historia en ganar un titulo con foja de 16-0.
