El 16 de marzo del 2007, Kobe Bryant anotó 65 puntos ante los Trail Blazers y comenzó una seguidilla de cuatro partidos para la historia. The Black Mamba convirtió ese día 23-39 en tiros de campo, 8-12 de 3pts y 11-12 desde la línea para darle la victoria a su equipo 116-111 en la prórroga.
La proeza del astro angelino continuó dos días más tarde con otro triunfo en el Staples Center, en esa oportunidad ante los Timberwolves de Kevin Garnett 109-102. Kobe totalizó esa noche 50 puntos y acertó el 44% de sus disparos en los 44 minutos que estuvo en la duela.
La siguiente víctima serían los Grizzlies de Pau Gasol ,quién tiempo después terminaría recalando en los Lakers para formar dupla con Kobe y obtener dos títulos de la NBA. Ese 22 de marzo, el número 24 encestó 60 puntos con un excelente 20 de 37 en sus lanzamientos y un descomunal 17 de 18 en tiros libres para darle un nuevo triunfo a su equipo 121-119.
El cansancio nunca fue una excusa en la carrera del mejor jugador de la historia Lakers. Y lo demostró una vez más el 23 de marzo del 2007. 24 horas después de destrozar a la defensa de Memphis, llegó el turno para los Hornets de Chris Paul. La Mamba Negra clavó otros 50 puntos en New Orleans acertando 16 de 29 de cancha y sin fallar ningún libre (12-12) para llevarse el triunfo 111-105.
La leyenda angelina finalizó esta temporada con promedio de 31,6 puntos, 5,7 rebotes y 5,4 asistencias. Esas maravillosas estadísticas no fueron suficientes para ganar el MVP, que quedaría en manos de Dirk Nowitzki.
